Sin haber terminado nuestro café ya sabíamos que nos iba a encantar todo. La experiencia en esta cafetería es maravillosa. Cuidan cada detalle y los cafés están riquísimos. Las tartas y bizcochos están muy buenos y su trato, siempre con una sonrisa es genial. Un gran descubrimiento y recomendable si pasáis por Vitoria.

22mayo
2017